¿Crees que tienes estilo? Vamos a ponerlo a prueba.

Sonríe con confianza y comienza una conversación amena.

Elogíalos por algo único.

Espera a que se acerquen primero.

Saluda torpemente y espera lo mejor.

Magnético: puedes hablar con cualquiera, en cualquier lugar.

Ingenioso: tu sentido del humor conquista a la gente.

Relájate, eres accesible pero discreto.

Tímido – prefieres quedarte en tu zona de confort.

Coquetea de vuelta sin esfuerzo con un comentario ingenioso.

Sonríe y trata de mantener la conversación.

Póntete un poco nervioso, pero responde con cortesía.

Pánico y quedarse paralizado como un ciervo ante las luces.

Toma las riendas y comienza un juego o actividad grupal.

Haz una broma para romper el hielo.

Chatea con una o dos personas que conozcas.

Siéntate en la esquina en silencio y desplázate en tu teléfono.

Ríete de eso y sigue adelante como si nada hubiera pasado.

Siéntete decepcionado, pero lítigate.

Reflexiona sobre ello un tiempo, pero al final déjalo ir.

Evita exponerte de nuevo.

Tu confianza: tú dominas el lugar.

Tu sentido del humor – sabes cómo hacer reír a la gente.

Tu amabilidad: eres considerado y auténtico.

Tu misterio: eres un enigma para la mayoría.